Reiki y Mindfulness: Un Dúo Poderoso para la Paz Interior
- Addy Suárez
- 30 abr
- 4 Min. de lectura
Descubre cómo estas dos prácticas se complementan para reducir el estrés y mejorar tu bienestar.

I. Fundamentos Complementarios: Energía y Atención Plena
Reiki y Mindfulness, aunque nacen en contextos distintos, comparten un propósito común: cultivar el equilibrio interior. Mientras el Mindfulness se basa en la atención plena al momento presente, Reiki trabaja con la energía vital del cuerpo para promover el equilibrio, armonía y la sanación.
Ambas prácticas invitan a pausar, observar, sentir y reconectar con uno mismo.
Tanto el Reiki como el Mindfulness nacen del deseo profundo de vivir en equilibrio, con consciencia y paz interior. Aunque tienen orígenes distintos —el Reiki en Japón como una técnica de sanación energética, y el Mindfulness en la tradición budista como entrenamiento de la atención plena—, ambos comparten una misma raíz: estar presentes en el aquí y el ahora.
Reiki trabaja con la energía vital universal, canalizada a través de las manos para armonizar el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu.
Mindfulness entrena la mente para observar con atención plena sin juicio, permitiéndonos responder en lugar de reaccionar.
Mindfulness nos entrena a estar presentes sin juzgar.
Similitudes clave:
Ambas requieren intención consciente.
Se practican desde un estado de calma y apertura.
Favorecen el autoconocimiento y la autorregulación emocional.
Diferencias complementarias:
Mindfulness se centra en la atención; Reiki en la energía.
Uno observa lo que es, el otro busca equilibrar lo que está desequilibrado.
Juntos forman un puente entre la mente consciente y la energía vital que sostiene el bienestar.
Cómo se potencian mutuamente
Estas prácticas se complementan porque:
Mindfulness mejora la presencia del practicante de Reiki, ayudando a canalizar con mayor intención.
Reiki suaviza el estado emocional, facilitando que la mente entre en el estado de atención plena sin esfuerzo.
Al integrarlas, se crea un espacio de silencio interno, donde el cuerpo se relaja, la mente se aclara y el alma se expresa.
II. Prácticas combinadas: Ejercicios para la calma y la presencia
Aquí te propongo cuatro prácticas donde Reiki y Mindfulness se entrelazan para ayudarte a liberar el estrés y conectarte contigo mismo.
Si eres practicante de Reiki antes de comenzar cualquiera de estos ejercicios, te recomiendo conectarte con la energía universal de Reiki, realizar ducha Reiki para limpiar tu aura y pedir permiso manifestanto tu intención, si hay un tema en particular expresarlo antes de comenzar.
Al Finalizar, expresa tu gratitud por la calma y sanación recibida.
Ejercicio 1: Escáner corporal con Reiki
Objetivo: Soltar tensiones físicas y energéticas.
Pasos:
Siéntate o recuéstate en un lugar tranquilo. Cierra los ojos.
Haz tres respiraciones profundas y lleva tu atención al cuerpo.
Comienza a recorrerlo mentalmente desde los pies hasta la cabeza.
Coloca tus manos donde sientas tensión (cuello, abdomen, pecho).
Visualiza que desde tus manos fluye una luz cálida que envuelve esa zona.
Mantente allí respirando con atención plena durante 1 o 2 minutos por área.
Recomendación: No intentes cambiar lo que sientes, tampoco emitas juicios. Solo observa y ofrece energía con presencia amorosa.
Ejercicio 2: Respiración Reiki-Mindful
Objetivo: Calmar la mente y restaurar la energía.
Pasos:
Coloca una mano sobre tu pecho y otra sobre el abdomen.
Inhala contando hasta 4, retenlo 2 segundos, exhala contando hasta 6.
Con cada exhalación, imagina que liberas tensión y pensamientos innecesarios.
Al inhalar, siente que la energía Reiki entra por tu coronilla y se expande con tu respiración.
Recomendación: Haz esta práctica por 5 minutos al comenzar el día o cuando te sientas agitado.
Ejercicio 3: Meditación con auto-Reiki
Objetivo: Conectar con la calma interior.
Pasos:
Siéntate con la espalda recta y respira naturalmente.
Coloca tus manos en una posición de auto-Reiki (por ejemplo, sobre el corazón).
Observa tu respiración sin intentar cambiarla.
Siente el calor o cosquilleo en tus manos. Quédate allí durante 10 minutos.
Recomendación: Si tu mente se dispersa, vuelve a tu respiración y a la sensación en tus manos.
Ejercicio 4: Mantra + Atención Plena
Escoge una frase como “Estoy en paz” o “Confío en la vida”.
Siéntate con la espalda recta y repítela mentalmente al ritmo de la respiración.
Visualiza cómo la energía se armoniza en todo tu ser al recitarla.
Si sientes alguna tensión en tu cuerpo, lleva suavemente tus manos a esa zona y canaliza energía Reiki.
III. Aplicación diaria: Reiki y Mindfulness como hábitos de vida
Integrar estas prácticas no requiere grandes cambios, sino microhábitos conscientes que transforman tu día.
Ejemplos cotidianos:
Al despertar: Haz una respiración consciente con tus manos en el pecho. Intenciona tu día con una frase como “Hoy me acompaña la calma”.
En momentos de tensión: Respira y coloca tus manos en la zona de mayor incomodidad (estómago, pecho, frente) por 1 minuto.
Antes de dormir: Realiza un escáner corporal en silencio con Reiki, soltando lo que ya no necesitas cargar.
Lista de recomendaciones prácticas:
Comienza con 5 minutos diarios.
No te juzgues si tu mente se distrae.
La constancia vale más que la perfección.
Escucha tu cuerpo: él sabe dónde necesita energía y atención.
Agradece después de cada práctica, aunque sea mentalmente.
Conclusión: La unión que transforma
Reiki y Mindfulness son dos lenguajes distintos con un mismo mensaje: vuelve a ti, habita tu cuerpo, respira tu momento. Juntas, estas disciplinas no solo calman, sino que despiertan una forma de vivir más presente, compasiva y en sintonía con tu esencia.
Empieza hoy. No necesitas más que tus manos, tu respiración y la voluntad de estar contigo.
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